Y cuando el dinosaurio despertó, Carver bebía, el oro de los tigres deslumbraba a Borges, Millás atendía el teléfono. Macondo entonces fue un sueño, una plegaria de Capote perdida en la lejanía de Bowles. El hombre ya no estaba allí. Solo encontraron un relato. Apenas un destello de vida.

6/14/2007

Eduardo Galeano. Los derechos humanos

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo
­ –Los derechos humanos tendrían que empezar por casa –me comenta, en Chile, Andrés Domínguez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad que los derechos humanos deben empezar con la teta, la papilla y todo lo que se aprende día a día, nos iría de otra manera.
Muy bonito este bloc, lo acabo de descubrir y me parece muy interesante, tanto los relatos-comentarios, los relatos, etc. (Soy un gran aficionado a los relatos e incluso hago los propios. Puede que haga como tú y los cuelgue por ahí).
Apareceré más por estas páginas.
Tú sigue enriqueciendo a todos los que nos gusta esta forma de comunicar.
Un saludo de un ciber-lector.

Anónimo dijo...

Hola :D queria saber cual es el contexto histórico de este texto, que es lo que motivo a galeano a escribirlo??

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"Todo misterio resulta al fin una trampa. El rastro de Miguel Fernández, su espejismo, conducen a la nada. Inventarlo fue mi error. Conocerle, mi tragedia.”