No soy yo él que te ama este minuto.
Es él en mí, su invento.
Un lento asesinato de ternura.
Juan Gelman
Foto: Acantilados de Maro. Domingo 22/01/07 13:00
Y cuando el dinosaurio despertó, Carver bebía, el oro de los tigres deslumbraba a Borges, Millás atendía el teléfono. Macondo entonces fue un sueño, una plegaria de Capote perdida en la lejanía de Bowles. El hombre ya no estaba allí. Solo encontraron un relato. Apenas un destello de vida.
 Dios hace tiempo que se marchó de este mundo, sentencia un personaje en el trailer de "Diamantes de sangre", la última película de Leonardo Di Caprio. Podría servir para empezar. A Matilde Horne, de 92 años, la traductora de 'El señor de los anillos' a la que le dieron un millón por el trabajo de toda una vida, le parece "hermosísima" la palabra llovizna, "con esa elle como tartamuda y los sonidos que vienen a continuación ". En cambio, muñón le estremece, "es un trozo de carne que no está vivo, pero tampoco está muerto". Matilde cobra trescientos euros al mes y vive en una residencia de ancianos. Tengo el recorte del periódico sobre la mesa para escribir unas líneas en cuanto tenga clara una idea. También quisiera decir algo sobre la imagen de Saddam con la soga al cuello, los réditos electorales que devengarán ciertas actitudes ante el terrorismo, o "La primavera romana de la señora Stone", que Bruguera ha publicado hace poco. Debería ordenar un poco los conceptos. "Trato de averiguar de qué escribo al tiempo que escribo", Marías dixit. Y los días pasan. Sigo perdido.
 Dios hace tiempo que se marchó de este mundo, sentencia un personaje en el trailer de "Diamantes de sangre", la última película de Leonardo Di Caprio. Podría servir para empezar. A Matilde Horne, de 92 años, la traductora de 'El señor de los anillos' a la que le dieron un millón por el trabajo de toda una vida, le parece "hermosísima" la palabra llovizna, "con esa elle como tartamuda y los sonidos que vienen a continuación ". En cambio, muñón le estremece, "es un trozo de carne que no está vivo, pero tampoco está muerto". Matilde cobra trescientos euros al mes y vive en una residencia de ancianos. Tengo el recorte del periódico sobre la mesa para escribir unas líneas en cuanto tenga clara una idea. También quisiera decir algo sobre la imagen de Saddam con la soga al cuello, los réditos electorales que devengarán ciertas actitudes ante el terrorismo, o "La primavera romana de la señora Stone", que Bruguera ha publicado hace poco. Debería ordenar un poco los conceptos. "Trato de averiguar de qué escribo al tiempo que escribo", Marías dixit. Y los días pasan. Sigo perdido. Aboliamo gli auguri
Aboliamo gli auguri