
La cocina no es grande, alargada más bien. A la derecha están los muebles, a la izquierda una mesa y dos sillas. Había dado una cabezada durante el viaje pero el madrugón y las tres horas de vuelo pesaban sobre su cansancio. Preparó café y tiró a la basura alguna manzana podrida. Antes de que la cafetera esparciera su aroma por toda la casa fue al salón a buscarla. No tenía fuerzas para soportar una bienvenida pero se la llevó con desgana a la cocina, la acomodó sobre una de las banquetas como si entre las dos hubiera una conversación pendiente. Lo más fácil habría sido engañarle, decir “te he echado de menos” o “me acordé de ti” pero prefirió cruzar una mirada cómplice, difuminada por el humo del cigarrillo que acababa de encender. “¿Por dónde empezamos?” Entretuvo el regusto amargo en el paladar y ensayó una explicación. “A ver, ven aquí” La sentó sobre sus piernas, la abrazó y las palabras fueron caricias. Después de tantos días fuera, qué rico sabe el café del regreso.
T'ho miraves tot.
Tot era un impacte als teus ulls.
Caminaves sense desassossec:
Sabies que aquell viatge era de foc
i ho observaves tot minuciosa,
minuciosament.
No hi havia cap pena
per escriure en cap paper.
Sexe i plaer
inundaven el teu i el meu cos.
I caminávem i sentíem
el crit d'un barquer.
Era sota el cel de gener,
prop del mar de Màrmara.
I no podíem dir no a cap nit,
ni a cap llit.
Oh, sensació interna de confort.
T'estimo i t'ho dic.
Invoco el meu jo més pur
perque aquesta cançó pregunta per tu.
i no sé on ets ni si et veuré més.
T'estimo i t'ho dic
i crido al meu jo més pur
per deixar de sentir
que els fils s'han trencat.
La lluna s'ha enfonsat
sobre el mar de Mármara.
I reso al meu jo més pur.
"Lo mirabas todo, todo era un impacto en tus ojos. Caminabas sin desasosiego, sabías que aquel viaje era de fuego y lo observabas todo minuciosa, minuciosamente. No había ninguna pena que escribir en ningún papel. Sexo y placer inundaban tu cuerpo, el mío, y caminábamos y oíamos el grito de un barquero. Era bajo el cielo de enero junto al mar de Mármara. Y no podíamos negarnos ninguna noche ni ninguna cama. Qué sensación interna de confort. Te quiero y te lo digo. Invoco a mi yo más puro porque esta canción pregunta por tí y no sé dónde estás ni si te veré más... Te quiero y te lo digo y grito a mi yo más puro para dejar de sentir que los hilos se han roto. La luna se ha hundido bajo el mar de Mármara. Y rezo a mi yo más puro."
Marina Rossel. "Màrmara"
CD "Enre línies"
PICAP 1997
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