Y cuando el dinosaurio despertó, Carver bebía, el oro de los tigres deslumbraba a Borges, Millás atendía el teléfono. Macondo entonces fue un sueño, una plegaria de Capote perdida en la lejanía de Bowles. El hombre ya no estaba allí. Solo encontraron un relato. Apenas un destello de vida.

6/01/2008

De Manuel Alcántara. Telegrama a Bécquer


Mis cuentas no están cabales,
me falta una golondrina
y me sobran tres cristales.

Manuel Alcántara
Antología personal
Ed. de Juvenal Soto
Almuzara, 2008

1 comentario:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Habrá que buscarlo y ver donde se ha escondido esa golondrina que le falta a Manuel Alcántara.
Saluditos

Principal acusado

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"Todo misterio resulta al fin una trampa. El rastro de Miguel Fernández, su espejismo, conducen a la nada. Inventarlo fue mi error. Conocerle, mi tragedia.”