Y cuando el dinosaurio despertó, Carver bebía, el oro de los tigres deslumbraba a Borges, Millás atendía el teléfono. Macondo entonces fue un sueño, una plegaria de Capote perdida en la lejanía de Bowles. El hombre ya no estaba allí. Solo encontraron un relato. Apenas un destello de vida.

10/17/2007

A vueltas con lo mismo

"... Como diría un materialista, al escribir uno siempre se delata aunque quiera.
También en eso escribir se parece al matrimonio: uno descubre cosas de sí mismo que preferiría no saber.
Por eso nadie escribe para decir algo, sino para escuchar, para que lo que escribimos nos diga lo que no sabíamos de nosotros mismos, para que nos delate."

Rafael Reig
Público, 16 de octubre de 2007

2 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

¡Qué verdad, cuantas sopresas ...!
Saluditos

Manu Espada dijo...

Un día descubriremos a un personaje de ficción escribiendo sobre nosotros mismos.

Principal acusado

Mi foto
"Todo misterio resulta al fin una trampa. El rastro de Miguel Fernández, su espejismo, conducen a la nada. Inventarlo fue mi error. Conocerle, mi tragedia.”